La limpieza es una tarea, ante todo molesta, que requiere de tiempo y dedicación para conseguir unos mínimos. Además, no sólo eso, sino que debemos combinarla con el resto de quehaceres diarios. Por un lado, tenemos la falta de tiempo, que es nuestro gran enemigo a la hora de querer hacer cosas y no poder. Y por el otro, la propia vagancia, la pereza y las ganas de descansar las que se instalan en nosotros para decidir dejar la tarea para más adelante, posponerla. ¿Por qué vamos a “malgastar” un tiempo que nos corresponde en hacer más trabajo cuando llevamos todo el día haciéndolo sin parar? Ese rato tiene que ser para nosotros. Para reponernos y hacer las tareas más necesarias e indispensables, las obligaciones que nos permitan que el día de mañana evolucione con la mayor normalidad y tranquilidad, posibles.
Quien hace referencia a casa, puede hacer referencia a cualquier otro espacio. Porque muchas veces, la limpieza no es una tarea que se limite sólo a la perteneciente al hogar. Sino que en el trabajo, la oficina, ese local en el que trabajamos… Son lugares que también deben mantener una imagen, incluso superior, que la que luce nuestra casa, porque en ese momento dependemos de clientes que las utilicen y nos proporcionen las ganancias y beneficios que, al fin y al cabo, constituyen nuestro sueldo.
La realidad es que, por mucho que las obligaciones deben ser importantes en la pirámide estructural de nuestro tiempo, más lo es el ocio y el poder disfrutar de un momento para nosotros. Pues sino, ese ritmo frenético y ese estrés, pueden desembocar en situaciones peligrosas de generación de estados de ansiedad. Todos tenemos derecho a disfrutar de nuestro tiempo, de descansar después de la dura jornada y de guardar esos momentos para nosotros y nuestras aficiones. Cualquier cosa que nos ayude a desconectar de las idas y venidas del día de hoy, y nos permita preparar el afrontar un mañana con ganas e ímpetu.
Con esa fuerza y energía trabajamos en CGN Neteja S.L.